AETAPI (Asociación Española de Profesionales del Autismo) presenta la guía de recomendaciones para para el tratamiento del Autismo en los medios de comunicación, Este documento está dirigido a promover una visión realista y positiva del autismo en los medios de comunicación. Puedes descargarlo aquí , y colaborar en su difusión.
Claves para la comprensión adecuada del Autismo
-Emplear la fórmula “persona con autismo” en lugar de utilizar simplemente la palabra “autista”. De esta forma, se está poniendo de relieve la condición de persona, con sus características y diferencias, independientes del autismo.
- Es cierto que el autismo es un trastorno, habitualmente de gran
severidad, que puede condicionar casi todos los aspectos de la vida de
la persona e incluso de sus familias, pero no todo en la vida de ella
debe o tiene que verse bajo el prisma del autismo.
-Un título debe representar fielmente y tener en cuenta que las
personas con TEA comparten muchas características, necesidades y deseos
con las personas de su edad sin discapacidad. Hay muchas cosas que
diferencian a las personas con TEA, pero también hay muchas cosas en
común
.
.
- Distinguir trastorno de enfermedad. El autismo no es estrictamente
una enfermedad, aunque en muchas ocasiones, puede verse asociado a
diferentes tipos de trastornos (neurológicos, fisiológicos, mentales,
etc.) que acentúan las dificultades que la persona puede sufrir en
relación a su adaptación y participación social.
- Tomar como referencia que, en la actualidad, el autismo se define
como un trastorno generalizado del desarrollo que se caracteriza por
una triada de manifestaciones genéricas: alteraciones en las
competencias sociales, que dificultan el establecimiento de relaciones
interpersonales y la participación social, alteraciones en las
habilidades de comunicación verbal y no verbal asociadas frecuentemente
a problemas en el desarrollo del lenguaje oral, y un ámbito muy
restringido de intereses y actividades que se traduce en
comportamientos repetitivos, así como en conductas perseverantes que
implican dificultades para afrontar los cambios y ajustarse de forma
flexible a lo que la situación requiere.
- Considerar que no hay una sola causa que explique o determine el
autismo, ni puede reducirse su aparición a un único factor o motivo, ya
sea genético, biológico o de cualquier otra naturaleza. Ya parece claro
que hay fundamentos genéticos en el autismo, pero, contrariamente a lo
que ocurre, por ejemplo, con otras alteraciones que presentan una base
genética claramente identificada, como el Síndrome de Down, no puede
establecerse que sean los mismos en todos los casos.
- Intentar transmitir la complejidad en la definición e identificación
del autismo. El autismo es un trastorno del desarrollo singular,
complejo, variable, multifactorial, de difícil diagnóstico y
manifestaciones muy diferentes en las distintas personas que lo
presentan. Por tanto, a la hora de elaborar una información o reportaje
se recomienda evitar, en la medida de lo posible, definiciones
contundentes o escasamente matizadas, por una exigencia razonable de
rigor profesional.
.
.
- Contrastar los casos sobre los que se vaya a trabajar con la opinión,
valoración y asesoría de profesionales o asociaciones de familiares,
para evitar confusiones, imprecisiones y errores comunes que pueden dar
lugar a equívocos, rectificaciones o perjudicar la credibilidad del
trabajo.
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